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Chavez: ¿un verdadero peón del Imperio?

I. El Imperio

Según el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), un imperio es una "potencia de alguna importancia, aunque su jefe no se titule emperador", entendiendo como potencia una simple Nación o Estado soberano (también según el DRAE).
Observando la historia de los Estados Unidos vemos cómo ese país se ha comportado internacionalmente como un estado soberano "de importancia" desde el momento de su fundación (1788, constitución): desde un principio defendieron militarmente sus derechos comerciales en ultramar (Primera Guerra Berberisca en 1805) y
se relacionaron de igual a igual con los países europeos (la segunda guerra después de la independencia la libraron contra el Reino Unido en 1812; la Doctrina Monroe data de 1823).
La
motivación nacional que llevó a la "conquista del oeste" y de esa forma a que el país ocupara el continente norte de costa a costa quedó plasmada para la posteridad en la doctrina del Destino Manifiesto en 1845. Esta doctrina fue interpretada de una forma un poco más general hasta principios del siglo XX para justificar la importancia de afianzar una posición mundial a través de la presencia e influencia en otros países del mundo.
Así, Estados Unidos estaría a la par de Inglaterra (oficialmente "Imperio Británico") o Francia, aunque con una gran diferencia: mientras las otras potencias supeditaban los territorios imperiales, por lo general colonias, a un
gobierno central, la presencia e influencia de los Estados Unidos estaría signada por los valores democráticos y de libertad fundacionales, plasmados en la constitución de ese país.
Se podría discutir la sinceridad de los estadounidenses que han esgrimido esos valores en sus acciones a nivel mundial, dados los
métodos y resultados en casos particulares.
Pero creo que sin duda es válido afirmar que existen un imperio y un imperialismo estadounidenses: durante los siglos XIX, XX y XXI, y en especial después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha ejercido poder e influencia a nivel global.
Poder e influencia ejercidos, por ejemplo, en su "patio trasero": las Américas, como ellos llaman a todo el resto del continente americano. Más específicamente en México.

II. Pancho Villa y el "ataque" a la ciudad de Columbus

El 9 de marzo se cumplió un aniversario más de la "incursión hostil" de Pancho Villa en la Ciudad de Columbus, Nuevo México, en 1916. Había escuchado desde que era pequeño que Pancho Villa era un gran caudillo de la Revolución Mexicana tan valiente y desafiante, que había atacado a los gringos en su propio territorio. Un "rumor" no confirmado decía incluso que quería llegar a Washington.
Pero luego, leyendo al respecto estimulado por un pequeño reportaje publicado el domingo 14 de marzo en el Últimas Noticias, me enteré de un par de detalles interesantes respecto a Pancho:


  • Originalmente Estados Unidos armó y aupó a Villa (¿entre otras cosas?) para que sacara a Carranzas del poder, quien había sido su jefe hasta ese momento. Hay fotos como esta, donde podemos ver al General Pershing y a Villa posando amigablemente los dos. Unos años después de esta foto, Pershing dirigiría una "expedición castigo" para "cazar" a Villa en territorio mexicano, por la gran consternación que había causado con su incursión en Columbus: la expedición consistió en 4800 soldados (sobre todo de caballería) acompañados de aviones biplanos y vehículos militares motorizados. Aparentemente alguien se dio cuenta de que esta "expedición castigo" era una gran oportunidad para probar material bélico que sería utilizado en la Primera Guerra Mundial.


  • Su muerte ocurrió muchos años después - muy probablemente a manos de otros mexicanos - en una emboscada. La "expedición castigo" nunca lo capturó, más bien le ayudó a ganar adeptos. Su cuerpo fue enterrado sin cabeza y ha surgido una leyenda sobre el paradero de su cráneo: que se encuentra en una repisa en Yale, perteneciente a la célebre sociedad "secreta" Skull and Bones, a la que pertenecen, entre otros, George H. W. Bush y su hijo George W. Bush, que estudiaron en esa universidad.
III. Especulaciones sobre el tablero de juego del poder mundial

El caso "Pancho Villa" es un pequeñísimo ejemplo en base al cual podemos especular cómo los
estadounidenses que actúan en la política y la economía más allá de las fronteras de su país (funcionarios del gobierno, incluyendo directa o indirectamente al presidente de turno y otros personajes de la vida política y económica), se comportan ante el tablero de juego del poder mundial.
Sé que es una metáfora a lo mejor un poco naíf, pero me gusta mucho.
Sobre este tablero los jugadores estadounidenses se enfrentan a los representantes de los demás países. En él se manejan intereses nacionales y particulares.
Desde hace un par de siglos en este juego no predomina el simple uso de la fuerza militar para imponer ciertos intereses sobre otros (aunque se use en algunos casos o de hecho haya una amenaza permanente de que va a ser utilizada).
Yo supongo que básicamente deja de predominar en el momento en el que hay consciencia por parte de los jugadores involucrados, de que es más desventajoso para sus respectivos países:
  • imponer ese interés utilizando la fuerza militar en ataque
  • evitar la imposición de ese interés, utilizando la fuerza militar en defensa
En vista de estas potenciales desventajas, los involucrados buscan un equilibrio a través de otras estrategias de juego o de la negociación en base a otros intereses nacionales o particulares de los jugadores.

¿Qué razonamientos podrían haber enmarcado las acciones de los funcionarios estadounidenses en el México de la época de Pancho Villa? ¿Tal vez algo parecido a esto (de lo general a lo particular)?
  • En 1823 acordamos con las potencias europeas que las Américas son nuestro territorio. A pesar de que todos seguimos jugando en el mismo tablero, desde ese momento nos "ganamos" la exclusividad de las grandes jugadas con los países de este hemisferio. Dichas potencias solo harán grandes jugadas con las colonias que ya tenían antes del acuerdo, o bajo supervisión nuestra. Es decir. El juego en este hemisferio es, básicamente, entre los países de este hemisferio.
  • Como resultado de las políticas internas del Imperio Español, sus colonias en este hemisferio nunca lograron mayor progreso industrial o económico. Las políticas internas del Imperio Británico, al contrario, permitieron que sus colonias fueran industrial y comercialmente fuertes al momento de su independencia. Los países independientes que han resultado del derrumbe del Imperio Español siguen sin demostrar mayor capacidad para estabilizarse y enrumbarse hacia un progreso económico o industrial que los equipare al nuestro. En función de nuestro afianzamiento como importante potencia a nivel mundial, sólo hemos necesitado invertir - hasta ahora - recursos y esfuerzos en controlar ciertos puntos geográficos clave del continente - sobre todo en el Caribe. El Canal de Panamá también ha sido una gran inversión en una obra de ingeniería que nos proporcionará grandes ventajas comerciales en lo que queda del s. XX. De resto, para nuestros intereses actuales, ellos pueden manejar internamente su situación política y económica, mientras siga siendo convenientemente débil y ajustada a nuestros intereses.
  • En el caso particular de México es especialmente conveniente que el país sea políticamente inestable y económicamente débil: si es necesario para nuestros intereses que a mediano plazo tengamos otro conflicto con ese país (como el que llevó a la consolidación de los nuevos estados de la unión hacia el oeste), será más fácil ganarlo.
  • Aprovechando la inestabilidad, comprometamos a líderes locales a que a cambio de ayudas para sus levantamientos y revoluciones, faciliten los negocios a los conciudadanos estadounidenses cuando ya hayan tomado el poder. Pero procuremos siempre conservar un "comodín" para asegurar otros levantamientos y revoluciones.
  • Podemos aprovechar alguna que otra incursión directa necesaria para probar armamento novedoso. En este caso "enemigos" como Pancho Villa caen como anillo al dedo. Cuando ya no lo necesitemos, buscamos unos mexicanos que lo maten y ya. Es alguien que no significa un peligro militar real para nosotros, solo es un personaje conveniente.
Estos razonamientos para definir estrategias y acciones en el tablero de juego me los imagino como conversaciones a puerta cerrada, antes de salir al tablero a enfrentar a los otros jugadores.
¿Quién jugaba el juego por México? ¿Por qué intereses lo hacía? ¿Nacionales? ¿Particulares? Eso se podría discutir a la luz de los acontecimientos de aquel entonces (ya hace casi un siglo) y sus consecuencias hasta el presente, siempre especulando.


Lo que sí quedaría claro es que Pancho Villa - aparentemente en algún momento un jugador - terminó siendo un peón en una "jugada del imperio" (si él estaba consciente de eso o no, es otra historia).
Logró que gran cantidad de mexicanos, con "orgullo nacionalista", lo respaldaran, pensando que era un hombre capaz de "vencer a los gringos" (tal como lo "había demostrado"). Así, todos ellos se convirtieron a su vez en fichas de la jugada. Aún así, hoy en día muchos lo admiran y lo veneran.


IV. Sigamos especulando. ¿Somos jugadores, fichas o simples víctimas de los efectos colaterales y las consecuencias del juego del poder?

Pareciera que los jugadores, de alguna manera, siempre juegan sin tener una idea exacta de cuales son los razonamientos que dirigen las acciones de los otros jugadores. Un personaje o grupo en particular podría en un momento estar jugando el juego y en otro momento pasar a ser la ficha de algún otro jugador o jugadores.
Pareciera lógico pensar que el hecho de lograr que un jugador se convierta en ficha en un momento dado es un gran movimiento por parte del o los jugadores que lo logran. Siempre partiendo del principio de que ese jugador no está consciente de que dejó de ser un participante activo del juego para convertirse en uno pasivo, y ya no le está jugando a sus intereses, sino a los de otro, sin haber estado consciente de esto.
Porque así mismo, pasar de ser ficha a jugador es un gran movimiento por parte del que lo logre.
Dentro de este escenario, los habitantes del mundo que no están metidos en el juego ni como fichas ni como jugadores, sólo pueden ser objeto de las consecuencias de los juegos del poder. Si partimos del principio de que todo habitante del mundo pertenece a un país, y ese país tiene representantes (conscientes o inconscientes) en el juego, su bienestar dependerá de los intereses de su representante en el juego y qué intereses tengan los otros jugadores. Los efectos colaterales del juego del poder podrán ser negativos (guerras, períodos de crisis económica) o positivos (períodos de progreso y abundancia).

V. Más especulaciones sobre el tablero de juego del poder mundial

Partiendo del principio de que son una potencia (o imperio, que consideramos un sinónimo), los estadounidenses no sólo han jugado el juego. Como "metrópolis" de su imperio, también han participado de forma directa en ir estableciendo gran parte de las reglas del juego, no sólo en trabajo conjunto con las demás potencias, sino con todo el resto de los países del mundo - y esto ha sido así, porque al menos conceptualmente, la búsqueda de consolidación como potencia mundial ha estado enmarcada dentro de los valores de libertad y democracia propios de la constitución de Estados Unidos.
Dentro del juego del poder mundial bajo las reglas del imperio americano, si todos los jugadores mezclaran equilibradamente los intereses nacionales y particulares buscando el bienestar de sus conciudadanos, el juego del poder debería llevar a una mejora global de la situación de toda la humanidad en conjunto.
Es más. Dentro de esta visión conceptual-optimista del juego del poder mundial, los intereses nacionales y particulares, sumados, deberían encontrar intereses globales comunes en los cuales desarrollar estrategias y acciones. Pienso que eso ha ocurrido ya, por ejemplo, en una crisis como la de los misiles cubanos, que estuvo a punto de conducir a un holocausto nuclear hace 50 años. En ese momento, de alguna forma, los jugadores llegaron a un acuerdo que evitó el uso de la fuerza militar por parte de las dos grandes potencias del momento: una conflagración que hubiese exterminado a gran parte de los seres humanos si no a todos. En qué exactamente consistió ese acuerdo, es algo sobre lo que sólo podemos especular, lo que podemos suponer es que existió y funcionó hasta la desaparición de la Unión Soviética.


Otro ejemplo más actual lo veo en los potenciales acuerdos mundiales para la salvación del medio ambiente. Es evidente que si todos los jugadores no superponen sus intereses nacionales a los particulares, en unas pocas décadas más la humanidad habrá logrado destruir por completo el medio ambiente que hace posible su existencia sobre el planeta tierra, y por lo tanto, se extinguirá. Por decirlo de otra forma, se suicidará.

Todo lo dicho anteriormente suena muy bonito, pero como bien sabemos, la teoría es una cosa y la práctica otra bastante diferente.
En primer lugar, no siempre los intereses particulares coinciden con los nacionales o los mundiales. Muchas veces intereses nacionales de una potencia han terminado imponiéndose a la fuerza sobre los intereses nacionales de un país menos fuerte. Muchas veces intereses particulares están por encima de los intereses nacionales, incluso de los de varios países en conjunto, ¡incluidos los mismos Estados Unidos! Me refiero naturalmente a los intereses comerciales de los dueños de grandes corporaciones económicas (industriales, comerciales o financieras).
Por otro lado, la situación privilegiada de poder, que ha permitido a Estados Unidos no sólo haber participado y participar en el establecimiento de las reglas, sino en haber juzgado y en juzgar qué país las está cumpliendo y qué país no, (¿lamentablemente?) ha permitido a muchos estadounidenses o grupos de estadounidenses violar las reglas en muchísimas oportunidades.

Pero esto no ha ocurrido sólo con estadounidenses. Otras potencias (en su momento, por ejemplo, la Unión Soviética) han violado las reglas también, "impunemente".
Y muchos jugadores de países menos importantes también las han violado, jugando a sus intereses particulares que coinciden en un momento dado con los intereses de jugadores de otros países más poderosos, pero no con el bienestar de sus conciudadanos.

VI. ¿Es Latinoamérica una víctima del Imperio?

Dentro de la naíf metáfora del tablero de juego del poder mundial, todos los países participan, representados por sus jugadores. Los jugadores que representan a las potencias, evidentemente, tienen más capacidad de acción, pero en general, todos participan.
Hay una tendencia muy fuerte por parte de muchos latinoamericanos, a echarle la culpa de todos nuestros males al Imperio. Cuando hablo de "males", me refiero a cosas como la falta de progreso económico (industrial y comercial), la destrucción de nuestra naturaleza maravillosa, nuestra inestabilidad política en los últimos 200 años y sobre todo
la pobreza generalizada en grandes segmentos de nuestra población que contrasta con otros pequeños segmentos que son extremadamente ricos.
Yo pienso que haríamos muy bien en reconocer que, en gran parte, nuestros males se deben a nosotros mismos. De alguna forma nuestra representación en el juego del poder mundial ha estado por periodos muy largos en manos de personas poco apropiadas para ello, o con intereses demasiado alejados de los intereses nacionales, del bienestar de todos los habitantes de nuestros países. La representación en el juego del poder mundial es un reflejo de la representación nacional.
El 25 de abril pasado, Luis Brito García publicó un artículo muy curioso acerca de los 200 años que llevamos como países independientes en Latinoamérica. Lo que más me llamó la atención, es que está
escrito en modo de "reconocimiento de responsabilidad", por decirlo así, porque todas las cosas que hicimos o no hicimos o él cree que hicimos o no hicimos están escritas en primera persona del plural.
Lo que pienso entonces es: en gran parte nuestros problemas se deben a nuestras propias acciones y a cómo nos hemos gobernado desde que somos independientes, más que a cómo nos han utilizado las potencias dentro de sus jugadas de poder. Más aún: la forma en la que nos hemos gobernado ha facilitado a las potencias usarnos en sus jugadas de poder: en vez de hacernos respetar como jugadores, somos fácilmente utilizables como fichas.
De alguna forma los intereses particulares y nacionales tienen que unirse internamente en un país para que las consecuencias de una representación ventajosa a nivel del tablero de juego se reflejen en el bienestar de la población y en su progreso.
De alguna manera hay que jugar a los intereses de las potencias y al mismo tiempo a los intereses nacionales y particulares del país. Veo en Japón (hablo del Japón del s. XIX) y Corea (hablo de la Corea del Sur del s.XX-XXI) buenos ejemplos de esto.
El "anti-imperialismo" latinoamericano acentúa el mal que pretende combatir.
¡Vernos a nosotros mismos como víctimas es hacerle el juego a los que nos quieren seguir utilizando como fichas!
Si los intereses de los representantes de un país armonizan con los intereses nacionales, es decir, con la búsqueda del bienestar de todos los conciudadanos a los que representan, y en función de eso procuran dejar de ser fichas y se convierten en jugadores de verdad por propio mérito y no por simple discurso, el juego del poder empieza a parecerse al juego ideal, en donde todos los países son jugadores, aunque ocasionalmente actúen como fichas de algún otro país, siempre conscientemente en función de una estrategia propia.
Buscar promover este tipo de juego del poder mundial equivale a buscar un marco de libertad y democracia en las relaciones de la humanidad como un todo.


VII. Hugo Chávez y la Revolución "Bolivariana"

Si algo se puede afirmar con certeza de Hugo Chávez es que, hasta el momento, decenas de miles de horas de su "exposición oral", en gran parte improvisada, han sido registradas en medios audiovisuales e impresos.
Además en todo el mundo se han registrado ensayos, conversaciones y entrevistas con y a cerca del personaje que multiplican lo que se puede escuchar, ver y leer sobre él y su participación en el día a día del mundo.
A estas alturas del año 2010, sin embargo, creo que nadie puede explicar con exactitud qué es la Revolución "Bolivariana" - razón de ser de su acción política y causa de tanta celebridad - aunque algunos elementos de la misma están claramente definidos
, como por ejemplo:
  • La etiqueta de "Bolivariana" pretende conectar con el pasado histórico de Venezuela y la Gran Colombia, uno de cuyos líderes independentistas principales se apellidaba Bolívar. Además, el cambio de constitución en 1999, una de las primeras acciones de la "Revolución", etiquetó de la misma manera a la República como un todo. A pesar de que la constitución fue aprobada por consenso nacional, por "revolucionarios" y "no revolucionarios", y no menciona la palabra Revolución, la etiqueta "Bolivariana" facilitó a los "revolucionarios" ir supeditando poco a poco el (nuevo) Estado a su idea de Revolución.
  • Desde un principio, gran parte de los "revolucionarios" eran militantes de la izquierda más o menos radical, y ya hace un lustro adoptaron oficialmente la denominación adicional de "socialistas", utilizando muchísimo más ampliamente en su material promocional - entre otros - el color rojo y las estrellas al estilo soviético. De esta forma, se conecta cada vez más con el concepto clásico de "revolución socialista" (incluyendo su interpretación del concepto "capitalismo") y se aleja de la conexión con el pasado histórico de Venezuela y la Gran Colombia. Una evidencia más de esta conexión, es la proclamada hermandad con la Revolución (Socialista) Cubana.
  • También tiene la etiqueta "anti-imperialista", y se afirma que con esta revolución llegará la verdadera soberanía y el final de los males que han sido ocasionados por el Imperio. Con lo que aparentemente conecta con la tendencia latinoamericana de echarle la culpa de todos los males al Imperio. Esta idea es fácilmente generalizable, como lo muestra el eslogan utilizado para la celebración del bicentenario de la Independencia (1810/2010): "200 años combatiendo imperios"
  • En función de su espíritu de "Revolución Socialista", se utiliza como pretexto que ahora gobierna el "pueblo", que había estado "excluido" y que la "burguesía", el "capitalismo" y el "imperio" son los enemigos de su bienestar, para justificar cambios políticos y económicos cada vez más radicales, que no son compatibles con la constitución de 1999 y están inspirados en los regímenes de "socialismo real" de la Europa Comunista del s.XX y el de la Cuba de Fidel Castro.
  • Tiene en Hugo Chávez el "ideólogo" principal (por no decir único) y líder imprescindible, que al encarnar la revolución encarna el poder del pueblo. Todos los cambios políticos y económicos están signados en centralizar el poder en él, unificador del movimiento revolucionario.
  • Los recursos que ingresan al estado por concepto de venta del petróleo, gracias a los acontecimientos políticos ocurridos durante la Revolución, pueden desde hace ya más de siete años ser usados a discreción por el líder imprescindible, al igual que los ingresos fiscales por concepto de impuestos y los recursos obtenidos por créditos adquiridos por la República, para financiar la promoción de la Revolución en otros países del mundo.
Hugo Chávez se ve a si mismo y es visto por muchos venezolanos y latinoamericanos (incluso por habitantes de otros países ¡incluyendo a Estados Unidos!) como un valiente caudillo que se está atreviendo a retar al Imperio, causa de todos nuestros males, y para hablar en términos de nuestra metáfora naíf, un caudillo que se ha convertido en un importante jugador en el tablero del juego del poder mundial, con el interés nacional de procurar el bienestar para los venezolanos.
Algunos socialistas románticos llegan a pensar incluso que procura el bienestar de toda la humanidad, porque defiende y plantea el final del capitalismo que, para ellos y según ellos lo entienden, es culpable de dichos males, y en muchos casos un sinónimo del Imperio.

VIII. Y llegamos a donde queríamos llegar: ¿Es Hugo Chávez un jugador o un "peón del Imperio"?

Así como especulé sobre posibles razonamientos de jugadores estadounidenses para enmarcar sus acciones con respecto al México de Pancho Villa, voy a especular sobre lo que podría estar pasando por la cabeza de algunos jugadores estadounidenses de hoy en día, para enmarcar sus acciones con respecto a la Venezuela de Hugo Chávez
.
  • Ganamos la guerra fría. La Unión Soviética desapareció como estado de la faz de la tierra y esto nos permitió extender efectivamente el área de influencia política y económica de nuestro imperio a toda Europa y el Asia central. Regionalmente no hicimos nada más con la Cuba de Fidel Castro esperando que el régimen comunista cayera por su propio peso. El único interés real de Cuba para nosotros en este momento es de ubicación geoestratégica, y sigue garantizado por la base naval en Guantánamo-Bay, por cuyo terreno ni siquiera tenemos que pagar el arrendamiento "acordado" en 1902, ya que en algún momento Fidel, para echárselas de héroe, nos dijo que no lo quería recibir. En general podemos aprovechar el hecho de que el régimen aún no ha caído y tener un comodín en nuestro patio trasero. Un "enemigo" que nos puede ayudar a justificar alguna cosa en el futuro. Los grupos de interés que saben cómo tener negocios en Cuba, los tienen (ejemplo: Cervecera Canadiense), y al igual que los de China, son altamente lucrativos.
  • Muchos grupos de interés de la parte económica promovieron la consolidación del libre comercio a nivel mundial durante los 90 a través de la Organización Mundial de Comercio. A otros grupos económicos no les gustó mucho la idea. ¡Países como Venezuela pudieron utilizar la Organización Mundial de Comercio para defender sus intereses! Se estaba consolidando un terreno similar a la ONU, pero a nivel económico. Complicaba la situación para lograr acuerdos de "libre comercio" más favorables para nuestros grupos de interés que para los grupos de interés de países más pequeños, y ponía en peligro las políticas proteccionistas de las potencias a su economía agrícola, por ejemplo.
  • A propósito la compañía PDVSA, que surgió después de que logramos que Venezuela nacionalizara su industria en los 1970's (por lo cual pagó exageradas indemnizaciones a grupos de interés económico nuestros por instalaciones que estaban a punto de alcanzar ya su período de vida útil) estaba consolidándose como una de las compañías más importantes del mundo. Adquiriendo incluso - de forma estratégica - empresas en Alemania, como Vebaoil, y en Estados Unidos, como Citgo, compra que en su momento fue de nuestro interés, ya que salvó de la quiebra a esa compañía nuestra. Estaba consolidándose bajo tutela de muchos grupos de interés petroleros, pero continuaba siendo una compañía venezolana, que de seguir así, podía empezar a influir directamente en decisiones globales del mercado.
  • En algún momento toda la zona del Amazonas va a ser importante para nosotros (así como en el s.XIX y XX lo han sido el Caribe y el Canal de Panamá). Debíamos buscar algún comodín que nos permitiera tener una excusa para alguna intervención futura en el área que fuera necesaria. Alguien con un verbo extremadamente anti-estadounidense, que pudiésemos vender como una amenaza para nuestra seguridad (y si es posible la del mundo entero). En Venezuela surgió un líder populista ideal para este papel: Hugo Rafael Chávez Frías.
  • Venezuela tenía potencial de ser un país con influencia continental política y económica. En los 90 se perfilaba que nos íbamos a hacer dependientes de su suministro de petróleo, que ya Venezuela estaba refinando en nuestro propio territorio. Había productos como la Orimulsión, que amenazaban parte del negocio mundial de otros grupos de interés petrolero, entre otros el del aceite de calefacción. Y algunos grupos de interés necesitaban atacar la iniciativa de la consolidación universal de la Organización Mundial del Comercio. Gracias a Hugo Chávez, todas esas potenciales "amenazas" se acabaron. El país y la poca infraestructura que tenía, se está destruyendo internamente, y eso no nos está costando sino la pequeña inversión que hacemos en promover grupos de oposición, que es mínima. Las jugadas del 2002-2003 (cualquiera de los resultados hubiese producido un escenario apropiado para nosotros), permitió el comienzo de la destrucción de PDVSA y ha provocado una baja de producción progresiva que permitirá suficiente tiempo para buscar alternativas al suministro venezolano a mediano plazo. Los árabes saudíes, por ejemplo, están contentos, porque ven disminuida la competencia más cercana que tenían hacia nuestro mercado. Mientras tanto, Venezuela nos ha seguido y seguirá proveyendo - aunque poco a poco menos y menos - del petróleo que necesitamos, que pagamos en dinero constante y sonante - y procesa básicamente Citgo, que también es de Venezuela - y que le sirve a Hugo Chávez para financiar su promoción internacional y facilitar su endeudamiento.
  • Grupos de interés de Rusia o China están contentos con las deudas que ha adquirido y sigue adquiriendo Venezuela con ellos - comprándoles sobre todo armas o "transferencia de tecnología". Así tenemos la excusa perfecta para aumentar nuestra presencia militar en la región, sin una amenaza militar real, por ahora ni siquiera un conflicto, de manera que podemos concentrarnos en las acciones bélicas actuales en otras regiones del mundo, pero ya preparados para los eventuales conflictos reales regionales que puedan surgir en el futuro.
  • Cuando necesitemos utilizar las inmensas reservas petroleras que están en Venezuela, el país estará en ruinas, endeudado con gran cantidad de otros países, no tendrá capacidad de abastecerse a sí mismo con alimentos y podremos adquirir a precios excelentes todos los terrenos que sean necesarios para la explotación petrolera. Probablemente haya algunas guerrillas pequeñas que hagan los primeros años un poco inseguros, aunque nos ayudarán a justificar nuestra presencia militar. A la larga a lo mejor hasta logramos convertir a Venezuela en un estado asociado, enviando de regreso a todos los profesionales que han estado emigrando desde hace unos años con sus familias, de seguro les agradará trabajar en un estado seguro y en franca recuperación (excepto por la presencia potencial de una guerrilla), con todas las ventajas climáticas y geográficas del trópico, que al fin y al cabo es su hogar: un nuevo Estado de la Unión al norte de Sudamérica, que nos permita el dominio geoestratégico del hemisferio (y con eso nos referimos al Amazonas). Y todo gracias a Hugo Chávez, que nunca será un peligro militar real para nosotros, sólo un personaje conveniente, que probablemente muchos seguirán venerando como un héroe que tuvo el valor de enfrentarse al Imperio. Eso permitirá que empresarios exitosos puedan fabricar y vender franelas, tazas, gorras, películas, etc, con la cara de Chávez, así como sucede hoy en día con personajes como el Che Guevara. Tal vez incluso se corra el rumor de que su cráneo fue ganado como trofeo y colocado al lado del cráneo de Pancho Villa. En Yale. ¡Los grandes enemigos del imperio!
Si estas especulaciones se acercan a la realidad, el Imperio está calculando fríamente, como en otras ocasiones. Nuestros representantes están jugando a intereses particulares que no armonizan con los intereses nacionales y por lo tanto no tienen que ver con el bienestar de nuestra nación.
Cuentan con sangre y fuego que víctimas colaterales (de varios países ¡incluyendo Estados Unidos!), no Hugo Chávez, aportarían. Y todo les está saliendo muy muy barato. Por cierto.

Comentarios

Unknown dijo…
Triste... Muy triste

"si él estaba consciente de eso o no, es otra historia"

"... jugando a sus intereses particulares que coinciden en un momento dado con los intereses de jugadores de otros países más poderosos, pero no con el bienestar de sus conciudadanos."

Dicen que no hay nada peor que "mono con escopeta", pero creo que peor que eso es un "mono con escopeta que cree que sabe lo que está haciendo".

Así lo veo

Daniel Moros

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